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ZINGA es un sistema de galvanizado en película, monocomponente, rico en zinc, que contiene 96% de zinc (polvo) en su película seca. Es un recubrimiento metálico y no una pintura. La pureza del zinc es tan alta que ZINGA, en seco, no contiene elementos tóxicos. Es una forma única de protección, activa y pasiva, contra la corrosión. Fácil de aplicar como una pintura. Se inventó originalmente en la Universidad de Gante, Bélgica, en la década de 1970 y desde entonces se ha utilizado en una amplia variedad de proyectos en todo el mundo.
ZINGA funciona en conjunto con el metal base, mientras que las pinturas tradicionales son solo barreras pasivas. Independientemente de cuantas capas de pintura se apliquen como barreras, una vez que se rompen, la corrosión aparece inmediatamente. En presencia de un electrolito, cuando dos metales diferentes entran en contacto (por ejemplo, agua), forman una celda galvánica en la que el metal menos noble (por ejemplo, Zinc) se corroe en favor del metal más noble (por ejemplo, acero). Esta reacción electroquímica es la base de lo que se conoce como protección catódica. La protección galvánica, catódica o activa, surge del zinc (el ánodo) se sacrifica en favor del metal base – acero (el cátodo) y se crean un flujo de electrones evitando la corrosión del acero. De esta manera se garantiza la protección del metal, incluso cuando la capa de zinc está ligeramente dañada. Otros métodos bien establecidos de protección catódica incluyen galvanizado por inmersión en caliente y pulverización térmica de zinc, los cuales exhiben una tasa de sacrificio constante de la capa de zinc.
Con ZINGA la tasa de sacrificio disminuye significativamente después que la capa de zinc se ha oxidado y la porosidad natural se llena con sales de zinc. Además, las partículas de zinc dentro de la capa de ZINGA están protegidas por el aglutinante orgánico, sin afectar negativamente la conductividad eléctrica. Esto le permite a ZINGA crear casi el mismo potencial galvánico entre el zinc y el acero, equivalente a la galvanización en caliente, pero con una menor tasa de pérdida de zinc. En palabras simples, el aglutinante actúa como un “inhibidor de la corrosión” al zinc.
Si la capa de ZINGA está suficientemente dañada para exponer el metal base, el acero formaría una capa de óxido en la superficie, pero no aparecería corrosión debajo de ella. En otras palabras, si se remueve esta capa de óxido de la superficie, el acero abajo no estaría picado o erosionado, esto se llama en inglés “Throwing Power” (Lanzar Fuerza) y le permite a ZINGA proteger el metal desnudo hasta 3-5 mm de distancia de donde el recubrimiento termina. Los ánodos de sacrificio de zinc utilizados en los cascos de acero de los barcos por debajo de la línea de flotación trabajan con el mismo principio para proteger el metal en el área circundante. ZINGA es simplemente una forma diferente de estos ánodos y por lo tanto a veces es referido como un ánodo líquido o pletinas de ánodo cuando se utiliza en condiciones de inmersión.
La capacidad de zinc para ofrecer una protección galvánica es una función de su masa por área dada. ZINGA seco contiene un mínimo de 96% de zinc de calidad medicinal en peso, cuyas partículas son significativamente más pequeñas y más puras que las encontradas en los revestimientos “ricos en zinc” normales. El tamaño pequeño y el perfil elíptico de las partículas de ZINGA aseguran el contacto máximo entre partículas individuales y el sustrato. Esta mayor densidad de zinc activo por área dada combinado con la buena conductividad de la capa asegura que la carga fluye a través de cada milímetro que ha sido recubierto y por lo tanto ofrece una excelente protección catódica.
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